... y sigue doliendo muchísimo, y sigo sin poder entrar a tu cueva, ni ver tus fotos sin tener k mirar hacia otro lado para que no me vean una lagrima furtiva, indiscreta y sin pudor, no te digo ya nada si miro en el móvil y veo un video en el que estas gritando a los nanos.... entonces ya soy digna protagonista de la casa de la pradera. Hoy he podido recordar momentos en los que hacías gala de tu acidez, tu humor, tu mal genio, tu dulzura. `Y una mezcla de tristeza y alegría me llenaba, no sabía si reír o llorar, llorar o reír... así que sin querer hacia ambas cosas a la vez.Me alivia recordarte, hablarte, sentirte cerca aunque no lo estés, saber que algo de tu acidez, tu humor, tú dulzura, cabezonería, algo de todo de eso y mucho más sigue aquí.... en mí. Porque tú me enseñaste a no rendirme, aunque doliese, aunque los demás dijesen que no era posible, aunque nosotros pensáramos que era prácticamente imposible... Si hay una posibilidad, hay que intentarlo. Me ensañaste a no juzgar sin pensar que puedo ser juzgada.... y me decías..... Gitana, que eso jode, así que aguiiiitaaaaa. Y yo sabía que me estabas diciendo como muchas otras veces que uno puede ser acido, ser casi cruel con palabras, gestos... y que una vez dicho o hecho algo uno no podía ir pá tras.... ni pa coger impulso. Y que entonces la mejor opción era haber acertado, pero que si no lo había hecho, la única opción era pedir perdón de la manera que quisiera, con palabras, con actos... hasta con un telegrama, pero hacerlo, porque si encima de una cenutria era una cobarde la cosa se pondría muy fea.
De ti aprendí que hay que cuidar a los amigos como si de una delicada y preciosa flor se tratara, porque son iguales de bellos y de frágiles, y se pueden perder y con ello cientos de tardes maravillosas, miles de noches inolvidables, algunas madrugadas malas y unos cuantos días de mejor olvidar. Y eso es VIDA, llena de momentos irrepetibles, que se deben de intentar vivir al máximo, porque nadie sabe cuando uno va a dejar de estar aquí.
Me enseñaste que hay que saber ser orgullosa, y no sentirme inferior a nadie, porque nadie podría ser jamás, tan cariñosa, borde, sensibles, bruja, antipática, acida, dulce, detallista, "llorona milhojas", etc... Siempre fallaría en algo, la persona que fuese mas simpática, sería menos bruja, la que fuese más borde, nunca sería tan detallista. Me enseñaste que cada uno es único e irrepetible.... a dios gracias, porque sería imposible aguantar a dos como tú.... acababas diciendo.
Pero también que hay y tengo que ser generosa, recordar siempre los gestos buenos y perdonar aunque no olvidase los regulares o malos. Dar otra oportunidad a los que me fallaron, porque alguna vez también yo falle. Responder sin miedo a nadie si estaba segura de querer decir algo, aunque estuviese equivocada.... siempre es bueno que te corrijan y aprender. Amar sin temor a que no me entendiesen... que se preocupen los demás si no sabe, si no pueden querer.
Yo he tratado de aprender de ti, sé que no soy perfecta..... Pero si única.
GRACIAS por haberme dado tanto. No te olvido Viejo.
