martes, 12 de abril de 2016

MALEFICA O BAMBI

Hoy después de mas de un mes, por fin, puedo sentarme a escribir. No es que no haya tenido tiempo o ganas. Que va, me moría por escribir. Pero debo reconocer que el maldito dolor no me dejaba, ni escribir, ni comer, ni dormir, ni estar de buen humor.

Cierto que hay que ver en cualquier cosa el lado positivo, pero es difícil cuando te dicen que tienes dos opciones, la primera aguantar el maldito dolor cada vez que quiera volver, la segunda pasar por quirofano y rezar lo que sepas para que salga bien, ya que la operación en un alto porcentaje no vale para mucho.

La positividad se te va corriendo en cualquier dirección sin importarle que puertas y ventanas estén cerradas por el frío. Tiene guasa que pueda escabullirse como si nada por la mas pequeña de las rendijas. Es en ese momento cuando mi gen maligno entra en escena y utiliza todas esas horas (casi siempre nocturnas) para pensar cosas (casi siempre simpáticas) que realizar y de paso recordar a determinadas personas que estoy pachucha... pero no muerta. 

Tengo que avisar a navegantes que si, que mi parte mala y yo tenemos imaginación a capazos, pero que normalmente todo queda en eso, fantasías o en una de mis habitaciones. Ya, no he hablado todavía de las habitaciones.

Bueno, es una teoría mia (volvemos a darle a la imaginación) que yo recordaba a mis nanos con frecuencia. En el cerebro y en el corazón tenemos espacio mas que suficiente para miles de habitaciones, incluso si nos quedamos cortos podemos añadir mas, ya que el espacio en ambos sitios es infinito. En ellas podemos ir metiendo recuerdos, sueños, tareas pendientes, logros, fracasos, sentimientos buenos y malos, personas... Nosotros somos los que decidimos dejar la puerta de las habitaciones abierta para seguir recordando, disfrutando o aprendiendo o cerradas a cal y canto, para que lo que allí habita no duela. Pero sin derribar, para no olvidar ni lo bueno, ni lo malo por tiempo que pase.

Pues eso... como me dolía tantísimo, supongo que no podía pensar durante mucho tiempo en cosas bonitas, dulces, picantes, tiernas, básicamente en algo productivo... así que entre quejido y lamento se me ocurrían verdaderas maldades, que acababan casi siempre vencidas por el sueño o por el despertador avisándome que tenia que ponerme la sonrisa e ir a currar.

Una vez en el trabajo entraba en modo Dr. Jakyll y Mr. Hyde, o lo que es lo mismo, tenia ratos de ser digna gemela de "Maléfica" y otos en los que parecía una afligida Bambi pidiendo mimos. Lastima de compañeros que no sabían a que atenerse y miraban de reojo para intentar adivinar si les iba a soltar un berrido o tenían que acudir raudos ante los pucheros a darme un abrazo. Hubo ocasiones en las que yo misma no me soportaba y lograba acabar el horario laboral a base de espidifen, nolotil y reflex salpicados de intentos de escapar lejos y momentos de querer que el reloj corriera, volara y poder ir a casa y tumbarme, doparme y esperar un ratito de no sentir.

Fue una semana de dolor tolerable, otra de dolor insoportable y una tercera en que empezó a bajar lentamente, muy lentamente. Hoy sigue doliendo, pero puedo sentarme delante del ordenador (eso si, tipo Terminator ), conducir sin cabestrillo y hasta permitirme el lujo de cambiar de posición en la cama sin despertarme en un ay continuo.

No todo ha sido malo, me he dado cuenta de cuanta gente tengo a mi alrededor preocupada por mi, me han traído embutido de León (no quito el dolor, pero lo hizo mas llevadero), he aprendido que mi forma de dormir es la peor, que tener las tetas grandes no te impide ponerte recta, es mas, según el doctor es poco aconsejable adoptar mi postura, así que desde hace un tiempo parece que tengo mas... y solo es que tengo que tener mi espalda recta.... ya ves, bronca del medico porque resulta que casi todo lo hago mal en lo que se refiere a mi espalda y hombros. He cambiado de colchón y procuro que mi parte de Malefica y de Bambi se combinen y lleven bien, es mucho mejor para mi y para los que me rodean.

Sigo tomando los medicamentos que me han mandado porque no quiero que me vuelvan a pinchar en
un aula rodeada de mesas y fotos de peces una Buscapina, que cierto, me alivio, pero la situacion no fue cómoda y la bronca monumental. Sigo sin hacerme la valiente y procuro no levantar peso y mi espalda esta mas recta que nunca.

La temporada esta empezando y yo tengo que aguantar igual o mejor que el año pasado. Así que me voy a portar como una niña buena... dejo de momento lo de la chica mala para ocasiones puntuales.


He vuelto.....







VA POR TI AMIGO

 Hola corazón, si estas leyendo esto es porque te lo mereces, bueno, porque yo creo que te lo mereces que no siempre es lo mismo. Sinceramen...