
Los motivos son varios, el principal la falta de ordenador, queda raro dicho así, ya que me paso el día pegada a uno, pero es trabajo y lo cierto es que el poco tiempo que me queda libre lo utilizo en salir a charlar con los compañeros o clientes, fumar un cigarro o ir a tomar un café. Cuando acabo de currar, llego a casa con ganas de salir, de ir a ver a los amigos, de vivir... pero después de la ducha lo único que me apetece es dormir o disfrutar del silencio de la playa, darme un baño a la luz de la luna y tomarme una cerveza, ya sea sola o acompañada.
Al final el primer motivo se ha convertido en varios. Falta de ordenador, falta de tiempo, falta de fuerzas.
Ya ha empezado la temporada alta y vaya si lo noto. El mes pasado la fisio en vez de masajitos y cintas me pincho. Siiiiiiiii, me clavo agujas en las manos, en la espalda, en el omóplato y en la nuca.
Que doooooloooor, que espanto, que ridículo. Si digo bien, porque Mari Carmen, que así se llama la susodicha "torera" que se dedico a clavarme agujas (según me dijeron, introdujo mas de dos centímetros de aguja en mis maltrechos músculos) delante de clientes y compañeros.
Yo solo puedo decir que el dolor fue horrible, horroroso, insoportable, inaudito... bueno, quizás un poco menos, pero doler.... dolió. Después al ver el vídeo, si, hay una grabación y en ella, puede ver como me desplomaba cual marioneta al clavarme la aguja en la nuca. Fue vergonzoso, pero tengo que reconocer que me ha dejado de doler y ya puedo manejar brazos y hombros con total normalidad, eso si, cada vez que llama para decir que quiere bucear, yo procuro mostrarme activa, muy activa y sin ningún tipo de problema muscular, que para muestra ya me vale un botón.
En plena temporada, rodeada ya de buzos de negro, de bautizos nerviosos, compañeros que no dejan de preguntar, el Jefe fuera de cobertura, el encargado en plan Marquesa y con tres que solo vienen los fines de semana, no paramos, pero como aprendemos de nuestros errores, este año ya tenemos tumbona los tres que nos quedamos a comer allí y una vez recogida la mesa, corremos como locos al aula, desplegamos tumbonas, encendemos el ventilador y disfrutamos de aproximadamente media o tres cuartos de hora de descanso, en ocasiones incluso algunos se permiten el lujo de dormir y hasta roncar.
Eso une, lo de los ronquidos y lo de pasar casi doce horas juntos y hemos descubierto que nuestros gustos son completamente diferentes, política, religión, sexo, música, cine, comida, bebida... somos tres y cada uno de su padre y de su madre. Picante, dulce, ácido, derechas, izquierdas, pokemons, heavy, vaya mezclote tenemos. Así que tras mucho hablar e intentar convencer a los demás de cosas muy variadas, yo he llegado a la conclusión de que si no les gusta Alejandro... que se aguanten, que a mi no me gustan las albóndigas en lata y cuando le toca llevar comida a Mario, tocan fijo. Que si piensan que comer fuera es de locos, yo pido entonces ir a comer a la cala y ellos recapacitan y ven la ventaja de tener mesa y bancos secos. También he descubierto que ya no soy alérgica a las sardinas, por lo menos a las ahumadas. Que ver a los tíos con sus cosas al aire te da mas pena que alegrías, aunque te de la risa y que estar rodeada solo de compañeros de genero masculino, tiene sus cosas regulares, pero tiene muchas buenas, aunque les acuse constantemente de que me están "asilvestrando".
Que el hecho de tener claro que vas a disfrutar de una visita, prepararte mentalmente con tan solo unas horas para que no se me reviente la patata, no significa que vaya a ser así. Era Alejandro Sanz, cierto, pero no era el... vamos que era otro Alejandro Sanz y estoy segura de que noto mi cara de decepción entre las miradas de complicidad de los chicos y las risas a escondidas de todos. Da igual que sea un Alejandro totalmente desconocido, un Bisbal saltarin y ese si de verdad, el del Ave Mariiiia o un caballero naturista que decide quedarse en bolas en medio del centro, poniendo unas posturas muy raras. Empiezan los regalos raros, chorizos de León, colgantes de pececitos o botellas de vino exclusivas para la Guardia Real o vino azul. Lo cierto es que cuando llegas a casa tienes cosas que comentar,de las que reírte o reflexionar.
Darte cuenta de como un idiota puede poner en peligro la vida de tres personas y quedarse tan tranquilo? Pues poder... puede, doy fe. Y cuando oyes por la centralita que tengo que activar el plan de emergencia, que Alvaro tiene que ir a la cámara, te tiemblan pies, manos, voz y te das cuenta de que en cualquier momento puede pasarnos a nosotros lo que paso en Planeta la semana anterior y eso te deja "plof" tanto que tienes que pararte y pensar que hay que empezar a moverse. Y lo haces. Y esperas ver llegar el barco. Y pides con toda tu fe que no sea nada. Y esperas otra vez a recibir noticias desde la cámara. No te separas del teléfono. Por la radio no paran de preguntarte que sabes. Al llegar al centro, con cuidado de que los clientes no se enteren, vienen a preguntar. Por fin recibes noticias. Todo bien, cinco horas de cámara, dos semanas sin bucear y todo perfecto.
Al día siguiente parece que nos han dado una paliza a todos. Nos duele todo el cuerpo de los nervios contenidos, el miedo enmascarado, las ganas de matar controladas. Pero hay que seguir y animar a Alvaro que vino desde León para bucear y por salvar a un inepto solo pudo disfrutar veinte minutos de su inmersión. La próxima sera inolvidable le decimos, Has salvado una vida escucha de todos. El sonríe y dice que no se arrepiente, pero cuando el inepto aparece por la puerta, el se escabulle por la otra. Deja claro que hizo lo que creía correcto, pero eso no impide que le queden ganas de darle con una botella en los dientes. Eso no impide que yo no evite mirarle con cara de pocos amigos cuando el individuo inepto, me pide que le reserve una inmersión complicada.
Le miento y le digo que esta apuntado, sabiendo que jamas de los jamases la hará. Diferencias de opiniones también al respecto. Unos dicen que había que decirle que no y explicarle el motivo, otros que era mejor apuntarle y no llamarle. El Jefe gana y se hace lo que dice, lo que no impide que el Staff siga pensando que personajes de esa calaña, es mejor tenerlos lejos.
Todavía queda mucho verano, supongo que muchas risas y cabreos varios, pero esta es mi vida... llego el verano y lo único que me consuela son esos ratos de playa, cambiando el neopreno por el bikini, las botellas de 12 por las de cerveza, las voces por silencio, el ordenador por las olas, el teléfono por las charlas.... El disfrutar aunque sea poco de los amigos, no os veo, pero ese brindis va por vosotros.
Nos vemos pronto.