Difícil explicar como me siento, triste, desubicada, enfadada, afligida … Rota, la palabra es rota. Algo ha vuelto a romperse en mi corazón, otra vez en febrero, maldito febrero. En ocho días hará catorce años que se fue mi Viejo, el mejor padre que pudiera tener una hija como yo, loca, acida, arisca. El me calmaba y me hacia reír, el me enseño a reconocer a los buenos y quererlos, hacérselo saber y ,cuidarlos. El día que se marcho me sentí vacía y sola.
Poco tiempo después apareció El, Don José, un hombre bueno, sereno, justo y valiente, un hombre de los que tienes que querer si o si, de los que llevan la sonrisa puesta todo el día, de los que sufren casi que en silencio y solo se permiten hacerlo muy de vez en cuando, siempre dispuesto a ayudarte, a decirte lo que necesitabas oír, a regalarte los chistes mas malos que he oído en mi vida, pero que me hacían reír a carcajadas solo por las ganas que les ponía. El mismo que me pedía salir a fumarnos un cigarro sin haber fumado uno en su vida. solo para darme un respiro y tomárselo el.
Con el aprendí a sacar un clavo oxidado, a callarme y esperar las pocas veces que le veía enfadado y también a escucharle cuando rompía a charlar, a quejarse un poquito de lo injusta que es la vida y a esperar con paciencia a que el "infierno" se enfriara. Se reía cuando le gritaba "Don José, ya tenemos preparado el infierno" y entonces salíamos a sentarnos daba igual si el sol no te daba un resuello y nos hacia sudar o si hacia un frio del carajo y tiritábamos mientras el café se enfriaba, hablábamos de todo un poco, del trabajo, del calor, de nuestros problemas y sueños... que ratitos mas buenos pasamos.
Muchas veces me defendió delante de mi y sin estar yo también, luego me detallaba el porque lo hacia, yo le miraba atenta y sin decirle una sola palabra, le daba un abrazo, de esos que demuestran todo el cariño del que lo da y del que lo recibe. Yo también me metí en "fregaos" por defenderle a el, es mas dos mujeres se llevaron cuatro cosas bien dichas y luego dejaron de hablarme, cosa que sinceramente ni me quito el sueño, ni el hambre, es mas creo que gane con la distancia. Lo volvería hacer mil veces.
Hoy recordaba como me regañaba por mi mala boca, siempre me echaba la culpa de que ahora decía mas tacos que cuando no me conocía, pero también comía los sábados las mejores croquetas. Siempre me guardaba el socarrat de sus paellas y nunca, jamás se olvidaba de guardarme un plato pese a ser la ultima en llegar.
Se esperaba para ayudarme a cerrar el centro y no le gustaba dejarme sola, me hacia cerrar una de las puertas por si las moscas y si encontraba a alguien dispuesto a quedarse conmigo se iba mucho mas tranquilo. Cuantas chapuzas hemos hecho juntos, unas quedaban mejor y otras peor, pero siempre intentábamos hacerlo lo mejor que podíamos, le echábamos ganas y mucha paciencia y risas.
Hacia las mejores paellas y sus migas. su asiático... insuperables, lo mismo que su paciencia y saber estar, igual que la manía de aprovecharlo todo, hasta la ultima gota, ya fuese de cerveza o de lejía. Quien me recordara ahora que tengo que pedir oxigeno, o comprar bebidas para la maquina... con quien tomare "el infierno" o me cambiara los limpias del coche? No volverá a pedirme que le llame a la Jefa o preguntarme la hora (jamás le vi con reloj o móvil) como te echo de menos, que solos nos dejas.
Jodido bicho, que te da igual el daño que haces. Nos estas castigando con lo que mas nos duele, te llevas a gente buena sin importarte una mierda. Y nos dejas rotos sin poder abrazarnos y lidiar el dolor con muestras de cariño. Gran hijo de puta sin compasión, nos estas haciendo trizas y te odio con todo mi alma. Que sepas que nos has quitado un trocito de corazón, pero no vas a conseguir que le olvidemos, se que no porque hace catorce años se fue mi viejo y ni un solo día he dejado de recordarle y ahora será igual, nosotros le mantendremos vivo con los recuerdos, con el cariño y el respeto que se gano a pulso.
Te Queremos y sabemos que seguirás cuidando de nosotros desde arriba.