Lo suyo es hacer promesas que casi siempre se quedan sin cumplir: dejar de fumar, hacer deporte, comer sano, cuidar mas a tus amigos, llamar con mas frecuencia a la familia... en fin, mas de lo mismo porque luego llega enero y hace mucho frío para salir a correr y en julio sigues usando la misma talla, por supuesto te sigue faltando tiempo para los amigos y siguen siendo tediosas las conversaciones con mi hermano.
Por lo que me parece mucho mejor la otra opción. Hacer de tripas corazón y de paso balance del año que se va.
El 2015. No, no ha sido un año malo del todo, es mas, podría decir que ha sido bueno.
Aunque empezó realmente mal, viaje a Barco para ver como la Abuela volvía a pasar por el mal trago de enterrar a un ser querido. Febrero como cada año empieza a doler en cuanto se acerca la Navidad y no deja de molestar ni un solo día del año. Marzo y Abril pasaron sin pena ni gloria, días normales en los que de vez en cuando una alegría en forma de abrazo, llamada de telefono, guasap o cerves con los amigos hacia que las sonrisas fuesen mas sinceras y las risas mas escandalosas.
Los cumples y nacimientos siempre dejan buen sabor de boca y el corazón con un latido a ritmo salsero. Mayo llegó para demostrarme que aunque desees con muchisiiimas ganas algo, eso no hace que el resultado sea bueno y llego el día de la Madre para que mi Jejando me hiciese entender que la vida te da sorpresas.
Junio y Julio fueron meses moviditos, de esos que te hacen pensar, tomar decisiones y luego ver que otra vez, por mucho que tu prepares las cosas hasta el ultimo detalle, las cuides, las mimes. Todo sale de otra manera y aunque estés preparado para cualquier cosa, la has fastidiado porque entonces el destino decide gastarte una broma y todo lo que tu tenias previsto se va al garete. El reencuentro con amigos de mi juventud fue genial y todos los miedos, las dudas, los nervios se esfumaron nada mas vernos. Recordare ese 26 de Julio como un día especial, seguido de muchísimos días llenos de sol, mar y risas.
Agosto y Septiembre, cansadisimos meses, pocas horas libres, muchos kilómetros, muchas dudas y sobre todo mucho sueño. He conocido a personas geniales que ya formaran parte de mi vida para siempre, he reencontrado a viejos amigos y disfrutado de ese cansancio que te hace reír o llorar por cosas insignificantes, de esa energía que te hace irte a la playa a las tantas de la noche y por supuesto de ese miedo a lo que crees haber olvidado y de golpe y porrazo te das cuenta de que no.
Octubre mes para pensar un poco, el ritmo es mas lento y hay mas tiempo, no mucho, pero el justo para darte cuenta de que el verano se acaba y no quieres que se acabe, lo cual me hace plantearme si me estoy volviendo loca. Desde cuando me ha gustado a mi el calor? Jamas de los jamases.
Noviembre, mi mes preferido. Mi cumple, el de mis nanos. Me decido a terminar cosas y una de las primeras son las cartas. Debo cambiar dos de ellas, una para añadir que me da igual no haber obtenido respuesta a un gesto lleno de cariño y otra para decir lo importante que fue para mi esos gestos de cariño. Si, extraño cambio, extraña mezcla y pensándolo bien, casi que no hubieran sido necesarios los cambios si yo me hubiese parado a pensar antes de escribir. Pero yo soy así... no tengo remedio, ni cuando escribo, ni cuando hablo. Lo se.
Diciembre como cada año desde hace casi nueve duele. Mes lleno de cumples de amigos, de fiestas, de luces y dulces. Con achaques de los resquicios del verano en hombro y rodilla, con los desfases de los coletazos de la tan esperada menopausia. Que si, que es de las pocas cosas que no me dan miedo, que estoy deseando que llegue con mas ilusión que esperaba mi peluche por Reyes, que por cierto sigo esperándolo año tras año.... es que esos señores no leen las cartas que se les envían?
Queridos Reyes Magos, este año me he portado muy bien.... bueno... me he portado casi bien. No he sido mala con nadie que no lo mereciera, es mas, con algunos que lo merecían tampoco. He ido a trabajar sin quejarme ni un solo día y solo llegue tarde uno de ellos y fue después de estar de fiesta con los compis y los jefes, así que no cuenta. Me he aguantado las ganas de decir palabrotas... muchísimas veces y otras solo las decía bajito o con tono simpático, es verdad que alguna se me ha escapado. Me he comido todo lo que me han puesto y tomado las medicinas sin rechistar... o solo un pisquito. He compartido mis juguetes y a mi hermano solo le mande a la mierda cuando ya no podía mas y con una sonrisa. He jugado mucho con mis amigos y no hemos discutido casi nada y cuando lo haciamos, luego nos abrazabamos mucho. Mi paciencia ha sido infinita y solo he entrado en modo histérico cuando la ocasión lo merecía. He procurado enfadarme muy poquito y lo he conseguido muchas veces, aunque tengo que reconocer que cuando no lo lograba me ponía muy bruta, supongo que sera por lo del aguante y la paciencia, pero prometo seguir intentándolo el año que viene.
Como habréis leído, mi año ha sido como para que me hagáis caso y me traigáis lo que os pido.
Quiero salud para los míos, familia y amigos, tranquilidad, osea trabajo o una loto, cerves con los amigos, risas a capazos, ratitos de charlas y guitarra, a mis Nanos y sobris creciendo felices, seguir contando con los que considero familia a mi lado y... un oso de peluche, de esos de querer, ya sabéis, llevo pidiéndolo muchooooos añoooosssss.
No me olvidare de poneros los buchitos de RonMiel y algo para comer, que luego con tanto buchito se chispan y no se acuerdan de lo que pedimos.
Un beso.
Ana.