DONDE ESTA LA LUNA

Hoy, cuatro meses y seis días después de que me la regalaseis, por fin me he decidido a sacar la cámara... otra vez.

Si, tardé cuatro o cinco días  en decidirme a realizar mi primera foto, una luna maravillosa me tentaba de manera persistente. Dicho y hecho, Armada de ilusiones y expectativas maravillosas, a la par que una chaqueta porque hacia un frío bestial, me subí no sin cierto miedo a la terraza, sufriendo sus escalones empinados y ruidosos, su oscuridad y un gélido viento, una vez allí me dispuse a realizar la foto de mi vida.

La luna. Enorme, preciosa, las nubes lejanas, dejando ver todo el esplendor de semejante estrella, yo cámara en mano suspire y ... no encontraba la luna por ninguna parte, el display o visor, llámalo X o como quieras llamarlo solo me mostraba texto en ingles, por ningún lado lograba ver la preciada luna.

Me dedique a tocar todos y cada uno de los botones sin obtener el menor resultado o si, como descubrí mas tarde, logre desconfigurar todo, todo, tooodooo. Busque con desesperación algún lugar por donde mirar, cualquier agujero que pudiera darme una imagen aunque fuese pequeña de la gran luna, pero nada.

El frío no ayudaba y la oscuridad tampoco. Tal era mi obsesión que me vi apretando el botón intentando capturar aunque fuese por casualidad la foto. Cuando mis dientes empezaban a castañetear y un pequeño temblor en mis manos hacia peligrar mi gran tesoro,  me decidí a bajar e intentar desde mi balcón lograr el reto, una vez allí con luz eléctrica y calorcito me puse investigar el porque de mi fracaso. No me iba a dar por vencida tan fácilmente.

Después de intentar poner el texto en español y mirar y remirar la luna, la cámara, la luna, la cámara... obviamente veía la luna, pero no a través de la cámara, ya que allí seguía todo negro. No había manera de lograr el menor entendimiento entre ella y yo. Estaba apunto de darme por vencida cuando recordé que el Nano estaba en la habitación de al lado. El y su asignatura de primer año de Bellas Artes. FOTOGRAFÍA.  Pese a que no me hacia gracia pedir ayuda, quedarme sentada en mi cama pensando que  una foto de mi cara en ese momento de desesperación pudiera ser una solución... no lo era, así que me levante y cámara en mano suplique ayuda.

Ver la cara de Sergio cuando le conté  lo que me pasaba, también merecía una foto... no, mejor hubiese sido un video cuando me dijo:

. Mamá no vas a ver las imágenes en el display, esta cámara es una reflex.

. Y por donde las veo? todo esta negro, no se ve nada de nada naaaanooo - susurre casi llorando.

Sergio le dio la vuelta a la cámara y estallo en carcajadas, cosa que obviamente me sentó a cuerno quemado. Yo desesperada y el descojonandose, no le veía la gracia por ningún lado.

- Mama, no le has quitado la tapa. Así es imposible que veas nada.

Joder... en mi vieja Canon digital, el objetivo se abría automáticamente en el momento en que la encendía. Vaya ridículo... pero todavía quedaba noche, no me iba a quedar mirando a Sergio muerto de risa y mi foto estaba al caer, así que me arme de dignidad... fingida, claro esta, me trague mi orgullo y arrancándosela da las manos me aleje diciéndole

- Tu creías que la lavadora era un cohete espacial y yo no me reí.

Por supuesto que me rei, se lo he contado a el y a muchísima gente y seguiré haciéndolo, ahora con una razón justificada.

Manos a la obra, no tiembles, relájate, busca el encuadre perfecto, espira y dispara.

Una, dos, tres, diez... creo que lo intente algo así como veinte veces, pero en ninguna de las dichosas fotos aparecía la luna como yo la veía. Cualquier parecido con la realidad era pura coincidencia. Parecían espermatozoides desenfocados, con prisa y sin ningún destino. Después de revisarlas una y otra vez,  esperando que si las volvía a ver, en un descuido se me hubiese pasado ver esa enorme y preciosa luna. Pero no, no encontré ninguna que se acercara de lejos a algo medio pasable.

Decepcionada, me metí en la cama y me torture pensando lo mala fotógrafa que era.

Pasaron días de miradas entre la bolsa de la cámara y yo, intente hallar algún motivo para poder enfrentarme a ella y ganarle la partida o por lo menos no perder por goleada, es mas, me conformaba con un triste empate.  Pero cada vez que lo intentaba ella me demostraba que ese no iba a ser el resultado, un día decidí que rendirme no era una opción y me descargue el manual de mi en esos momentos enemiga y un curso de fotografía. Mas de quinientos folios impresos y unas ganas locas de ponerme con ellos. Cualquier trabajo me parecía fácil, llevadero, maravilloso con tal de lograr una fotografía decente.

He de reconocer que no he leído ni una cuarta parte del manual, quizás deba  declarar que me pare en el momento que logre poner el menú en español, localice el botón para ver las fotos una vez hechas y como poner y quitar la batería y tarjetas de memoria. Del curso he leído un poco mas.... un pisquito.

Todos los que tienen reflex me decían, empieza con el modo automático, luego ve probando, ya sabes utiliza el método ensayo y error, total no tienes que pagar el revelado, si no te gustan, borras y otra vez a empezar. Eso si, todos están de acuerdo en que intentar empezar con una luna no es la mejor de las ideas si la mas bonita, pero no la mejor, me confirman entre risas que me lance al abismo sin ningún tipo de salvavidas.

Hoy he estado toda la tarde haciendo fotos del atardecer. Automático, automático, automático... paisaje, macro, retrato, paisaje... ha sido maravilloso. Se que no son espectaculares, ni siquiera buenas, pero se reconoce un atardecer y me he sentido genial buscando el encuadre, aunque estén un poco desenfocadas o no tengan los colores perfectos, por supuesto no controlo todavía la abertura del diafragma ni la velocidad de obturación... pero dadme tiempo.

Gracias por treme

ndo regalo, al que por cierto estoy buscando nombre. Ya sabéis... todo lo importante, lo que se desea con tanto ímpetu y logras, tiene derecho a un nombre y esta Sony esta pidiendo a gritos uno.

Se aceptan ideas.