EL CABEZON

Dicho así puede sonar hasta ofensivo, nada mas lejos de la realidad, se trata de una filosofía de vida, de un maravilloso grupo de guasap, de la mejor compra realizada en años, de un rato seguro de felicidad, de risas...Todo comenzó en una comida donde tres mujeres se bebieron media Rivera del Duero y claro  está comenzó la diversión.

Ellas muy divas, muy valientes declararon a todo volumen delante de sus compañeros de mesa que los hombres son cada vez menos necesarios, que llegaría un momento en que hasta resultasen molestos. Ellos se limitaban a escuchar y mirarse entre ellos, para luego mirarnos a nosotras, al resto de comensales... porque por aquel entonces todavía podíamos reunirnos para comer mas de seis, se podían ver nuestras mejillas sonrojadas por el Ribera y obviamente nuestras sonrisas, todavía no vivíamos "en un mundo pandémico" y el resto del personal del restaurante oía nuestras carcajadas e intentaban enterarse del motivo que hacia nuestra mesa tan escandalosamente divertida. 

Nosotras llevadas por la maravillosa inconsciencia y el valor que dan cuatro o cinco copas de buen vino, sumadas a nuestra ya descarada y escandalosa personalidad seguíamos dando argumentos. Para que necesitas un "tío", si, admito que usábamos ese adjetivo un poco despectivamente, nosotras vivimos solas, nos alimentamos solas, tenemos coche, casa, alimentos y los pagamos solas. Solventamos nuestros problemas como podemos, pero sin la necesidad de un "tío". Y el sexo??? Solas también nos apañamos bien y cuando acabamos fumamos o no, dependiendo de si te apetece o prefieres dormir o ver mil capítulos de tu serie preferida de Netflix o haces el cambio de armario de verano a invierno. También puedes comerte medio kilo de helado de chocolate, puedes hacer lo que quieras porque no tienes que hacer lo que quiera el otro, porque da igual si son las tres de la tarde o de la mañana, si hace frio o calor, solo tienes que hacer lo que te apetezca sin importar que es.

Los chicos nos miraban calladitos, eran listos y sabían que no era el mejor momento para meter baza.

Nosotras ante su silencio nos crecíamos y seguíamos a lo nuestro, sabiendo que éramos el objetivo de todos los ojos y oídos del  salón, no nos importaba estábamos disfrutando, nos divertiamos y eso era lo importante.

En una de esas carcajadas, una de nosotras dijo... Habiendo consoladores, quien quiere aguantar tontearías varias??? y otra rápida y sagaz apunto. "Ahora esta de moda uno que es la hostia, ni diez segundos duras" y apto seguido y gracias a las nuevas tecnologías, estábamos viendo modelos y precios. Benditas ellas, las tecnologías y los megas que nos permitieron pedir tres en menos de dos minutos. Por su forma decidimos bautizarle con el nombre del cabezón. 

La velada termino con el dueño del restaurante pidiéndonos encarecidamente que bajásemos la voz y las risas que tenia a todo el personal revolucionado. A los tres días llego al Centro de Buceo un señor de Amazon con la preciada mercancía. Allí mismo pusimos dos de los cabezones a cargar, el packaging maravillosamente discreto, la fundita de terciopelo negro ya dejaba entrever que seria tal y como habíamos visto al comprarlo. Efectivamente, el Cabezón es de un tacto suave, color negro mate, se puede mojar y sirve para quitar tensiones en cuello y hombros entre otras partes. Todo parecía genial.

Genial sin probarlo, una vez lo pruebas no puedes prescindir de el. Yo admito que cada vez que me duele el hombro lo utilizo y obviamente me deja nueva. Cierto que hay que probar y jugar ya que las velocidades y los movimientos son variables y diversos, pero una vez le conoces, se hace imprescindible. Desde que llego a nuestras vidas nos ha dado muchos momentos de felicidad y por supuesto risas. Conversaciones medio en clave, porque obviamente todo el mundo acaba sabiendo quien es el Cabezón y porque nunca le ponemos una pega. como dije al principio un grupo de "guasap" donde damos rienda suelta a todas nuestras locuras sin ningún tipo de reparo, risas y mas risas

Lo dicho, probablemente los veinte euros mejor gastados últimamente. Señoras pongan en su vida un Cabezón
, tengan o no tengan compañero. He dicho.