lunes, 30 de mayo de 2016

HOY BRINDO POR TI DESDE AQUI

En días como este,todo se vuelven recuerdos. Me pueden las ganas de estar allí, de comer papas con mojo, un sancocho, relamerme con un frangollo, brindar con buchitos de ron miel, después de haber disfrutado de litros de Tropical helada. Tirarme en  Las Canteras a mirar su cielo y mientras rompen las olas oír no demasiado lejos  una isa o una folia...

Hoy no cantamos
¡sardinas frescas!
Hoy pregonamos
¡viva la fiesta!
Echa ron ventorrillero
turronera pon turrón...

Jugar a la pua o tirar hasta la Barra en busca de "vacas" o "pingaburros", preparar un asadero y tener que llevarte un "pulover" por si ataca el jilorio. Sentarte en La Plaza Santa Ana o Santa Catalina y no dejar de alegar hasta las mil en el primer bochinche que pilles abierto. 

Alongarte hasta Teror y disfrutar de su turrón en Cá'Pinito, pillar pan de millo y hacer la pringaera con el chorizo (que no sobrasada... no tiene na que ver) o algún suspiro en Guia, todo eso en cholas, porque aunque haga algo de pelete, de seguro no es pa trabarse, que el biruje se agradece. 

He aprendido tanto allí, pienso y me queda claro que soy tal cual soy, gracias o debido todo al haberme criado en esa maravillosa isla. Allí donde los vecinos golisnean viviendo de continuo con las puertas y ventanas casi inexistentes (mis viejillos no se acostumbraron jamas a semejante forma de exponerse). Aprendí a comer gofio en el comedor del cole y logramos que se añadiese a la compra semanal, llenando vasos de cola cao primero y acompañando al café, al queso, al sancocho y la ropavieja después. 

Fuertes carajeras montábamos con tan solo quince años, parece ser que el mar, la salsa, el clima hace que las niñas crezcan mas rápido, mas libres, mas salvajes. O por lo menos eso oíamos decir a los Godos (entre ellos mis padres) que intentaban unos aprovecharse y otros ponerte freno, no entendíamos a ninguno. Los primeros porque si eran de la misma edad, dejaban mucho que desear, solían ser menos experimentados y mucho mas fríos y los segundos... simplemente no merecían mucha atención (chiquitas broncas mantuvimos mis padres, muy "españoles" ellos y yo, me pase años entre arrestos y penas, que no castigos). 

Mi primer beso, mi primer amor, desengaño, el primer carnaval y su consiguiente borrachera, los amigos... y me enamore del mar, de esos riscos y ese olor, del sabor a sal. El ritmo es lento, pero seguro, cabezones como los Guanches. Confiados y sabrosones, guasones y peleones, no se dan por vencidos. Leales y sin prejuicios. El acento suavito... mezcla de cubanos, venezolanos, ingleses y alemanes, hacen que se digan cosas que nadie mas que los Canarios pueden entender. 

El sol, la brisa y el tempo... también el tiempo, hacen que la vida tenga otro ritmo, que las cosas se disfruten mas y sean mas variadas. Quizás y solo digo quizás, todo eso haga que allí uno se olvide de que somos España, que no pagamos iva, que vamos una hora por detrás... y las diferencias son muchas. No solo esas... 


Pero como las niñas tontas, las cabralocas que no consiguen echarle el fechillo a un corazón salvaje, libre de trabas y prejuicios una noche de verano lejos de su trozo de paraíso engatusó a un peninsular de ojos verdes y empezó a sentir que vivía en una jaula, con su pequeño coche rojo lo único que podía era rodear una y otra vez ese trozo de tierra con barrotes de mar. Y quiso cambiar las guaguas por autobuses y las roscas por palomitas de maíz y decidió olvidarse del mi niño y el mi amor.. 

Como única condición para salir pidió mar. No podía prescindir de el. Y se fue,  dejo atrás su trocito de cielo. Hoy cerca del mar también, os desea Feliz Día Mis Niños.

Besos de mujer canaria
queso tierno y recental,
vino caliente de abajo
el gofio moreno oliendo.
¡Qué más puedo desear! 

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VA POR TI AMIGO

 Hola corazón, si estas leyendo esto es porque te lo mereces, bueno, porque yo creo que te lo mereces que no siempre es lo mismo. Sinceramen...