Unas veces desearías no haber soñado, por corto que haya sido. Despiertas sobresaltada, asustada y con ganas de llorar, olvidar, correr y entonces abres bien los ojos, para darte cuenta de que no es cierto, todo esta bien, te dices, pero necesitas confirmarlo y llamas por teléfono o vas corriendo en busca de alguien o algo.
Las otras no quieres despertar y aprietas fuerte los ojos, repites mentalmente lo que has vivido y yo en ocasiones intento seguir la historia... pero ya no es lo mismo. Nada que ver.
Bueno pues esta semana he tenido uno de cada. Puede que haya sido por la gripe, la fiebre, el cansancio o vaya usted a saber. El ultimo el de ayer. Domingo tarde, después de mal comer sobre las cuatro de la tarde, cansada y fiebrosa. Cabreada porque la puta vida te hace rememorar cosas que desearías no hubieran pasado, caigo rendida en el sofá y acabo durmiendo una peli de esas típicas de los domingos de Antena 3.
Suficiente penoso es ya dormirse oyendo susurrar eso, peor pensar que Alba tuvo que repetir, esta vez en propias carnes la muerte del abuelo, revivir momentos duros y darse cuenta de que se hace mayor.
No por tener su carrera acabada, ni por vivir con Adrian y pagar su piso, la luz y el agua. Sino porque ya tiene que ir a entierros. Eso si es hacerse mayor, tener que despedirte de personas a las que quieres, a las que deberías haber dicho muchas mas veces lo que las quieres, tener que consolar a quien esta peor que tu. Y ahí esta... la maldita pesadilla que te enreda, te hace morir de miedo, y no puedo correr a por ella, no me dejan verla y mi pánico aumenta, me despierto llorando y voy directa al teléfono.
No contesta y aun sabiendo que el terror que siento es ilógico no paro hasta oírla.
Nuestra conversación me calma, aunque es una de las mas serias que hemos tenido últimamente, ella llora y me dice que no es justo, que la vida es una mierda, que no quiere volver a pasar por eso. Y yo le respondo que se tranquilice, que esto es la vida y el hacerse mayor, que tendrá que pasar por cosas peores y que es fuerte, que apoye a Adri.... y toda esa mierda que se dice cuando ya has perdido a alguien a quien quieres mas que a tu vida y sabes que nada, ninguna frase hecha o por hacer te puede ayudar. Así que entre sollozos y risas acabamos diciéndonos lo que nos queremos.
MALDITA PESADILLA
Y luego están los otros, los buenos, los que te dejan con ganas de mas. Ese sueño fue el... bueno, da igual que noche fue. Lo cierto es que también estaba cansada, con principio de gripe y falta de sueño, pero estaba en mi cama era de noche y había pasado una maravillosa velada de risas y cervezas. El agotamiento me impedía dormir y eso de contar ovejas no me funciona jamas, así que decidí bajar a la cocina y tomarme un cola cao, no me iba a hacer dormir, pero tampoco iba a impedirlo y esta tan rico. Otra vez en la cama, decidí ponerme música y poco a poco caí en brazos de Morfeo... o puede que no fuera el. El caso es que tuve un sueño como diría yo... especialmente agradable.
Cuando desperté tenia una sonrisa dibujada pese a que todavía no había amanecido. La ducha fue reconfortante y el camino al trabajo mucho menos largo que otros días y sin ápice de sueño enturbiando el paisaje que por cierto esa mañana me regalo un amanecer especialmente bonito.
Y entonces piensas... joder porque no todas las noches soñamos cosas así de dulces, divertidas, gratificantes. Da igual si el día ha sido bueno o malo, si tienes recibos que pagar, si te has equivocado tu o lo han hecho otros, no debería importar si acabas llorando de la risa o la impotencia, tendríamos que soñar bonito y si no, no soñar, que para tristezas, miedos, penas y dramas diversos ya esta la vida.
Así que no me queda otra que desearnos
DULCES SUEÑOS
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