
Viernes por la tarde. Con aire altivo, decida y muchísimas ganas yo sólita me meto en un "fregao" del que ya no podría salir. Ya tengo mi plaza reservada para realizar mi bautizo de buceo. Si, se que se suponía que eso lo tenia controladisimo, superado y lo que es mas penoso, la mayoría del personal que pasa por el Centro daban por hecho que yo estaba mas que bautizada, confirmada, pero no.
Lugar- Centro de buceo Naranjito
Hora - 11.00 de la mañana
Patrón - Manu "Actor secundario Bob"
Instructores - Pedro y Mario, mis IronMan y Spiderman.
Todo preparado, pero el sábado por la tarde noche, decido no hacer el bautizo, no es por miedo... o eso me había repetido una y otra vez en la noria que en cada uno de sus vagones lleva un cartelito en el que dice. "Tu puedes", "No tienes miedo", "Vas a volar", "No va a pasar nada", "Solo tienes que disfrutar".... así llevaba la noria meses y meses y lo cierto es que no veía mas problema que el encontrar un hueco en el que entrásemos los tres. y el domingo tampoco iba a ser posible. Quien se queda en la oficina ??? Quien hace los dieciséis diplomas ??? El teléfono??? Quien cobra??? No hay suficientes instructores para tanto bautizo... me quedo, otro día lo haré.
Eso pensaba yo cuando llegue al Centro a las ocho y media de la mañana. Eso dije yo cuando me preguntaron si estaba preparada.
La primera respuesta.
Pedro - Hoy te mojo, no hay mas que hablar.
Mario - Vete preparando lo que haga falta, hoy vas al agua.
La cosa se ponía difícil, pero todavía había opciones, si no encontrábamos instructores suficientes para los otros quince bautizos ellos tendrían que claudicar y dejar el mio para otro día.
Todavía no se como, de los cuatro que teníamos en un principio. Juanma, Ester, Pedro y Luis, aparecieron como champiñones Manu, Gigi y Caye. Mientras Juande claudicaba y se iba a la Reserva. y Cris prometía no liarla y en caso de no saber... apuntar y esperar mi vuelta.
Todo solucionado por lo que no había vuelta atrás, así que empece a poner pegas.... quiero boquilla nueva, escarpines... no tengo biquini...Daba igual, siempre había un compi que solucionaba el problema. Luis se acerco y me dijo. "Ahí tienes tu equipo preparado, con una botella de quince, pà que te jartes". Antonio cogió una boquilla nueva y Pedro la puso en mi regu, Manu busco escarpines de mi numero, no había escapatoria.
A las once y poco Pedro me estaba explicando señas y Mario se reía de mi al hacerme poner el regu al revés y probar uno que no tenia mi boquilla nueva, reluciente e impecable.
Vestida de "cucaracha" y con mas nervios que un pavo oyendo la pandereta, salgo del vestuario y me doy de frente con mi Deivi, no podía haber mejor visita para tranquilizarme cuando le digo quien me va a bautizar, sonríe y me dice buena elección amore, después de charlar con el me voy al barco y oigo gritar "OLE ESA BUZA GUAPA", mi Chispin con Angela me despide desde el Faro donde supongo se tomaría una cerveza mientras yo paso el trago.
Una vez en la Alisub y rumbo hacia Cala Escalerica, mi Cari y yo gritamos y nos abrazamos de emoción, hasta ese momento en el que Mario tira el ancla, juro que lo tenia todo controlado. No había nervios, estaba disfrutando del paseo y mi sonrisa era mas grande que la del Jocker. He dicho ya que los nervios todavía no habían aparecido??? Pues por si acaso lo repito, hasta ese momento estaba encantada.
Pedro se gira hacia mi y empieza a explicarme como tengo que respirar... otra vez, Pedro y Mario se miran, se hacen gestos y yo no puedo apartar la mirada del otro barco donde van cayendo al agua los pobres clientes. Luis, Juanma, Caye y Gigi se encargan de empujarlos y yo escucho a Pedro sin apartar la mirada de sus manos y las de Mario. Mi mano izquierda apretando con saña el "chingurri" del toldo del barco, en la derecha la tira de la mascara, ellos hablándome y de repente... ZAAAASSSS, empujón al agua, eso si, sin soltar la tira de la mascara.
Voltereta que me pilla de sorpresa, aunque sabia que tarde o temprano llegaria, el revolcon en el mar me hizo no saber donde estaba el fondo y donde la superficie... trague tanta agua que pensé que me ahogaba. Ahí ya no estaba nerviosa, estaba histérica y colérica. No era posible matar a los dos delante de tanta gente, pero si hubiese podido hacerlo.... aaaayyyy si hubiese podido hacerlo.
Cuando logre encontrar el cabo del barco, me aferre a el como si no hubiera mañana y por mas que Pedro me decía que me soltara que con el neopreno flotaba, solo atinaba a escupir parte del agua que había tragado y a negar con la cabeza. Logre tranquilizarme y subir al barco para que Pedro me equipase... bonita forma de decirte que te van a forrar con tubos, un chaleco que aprieta el pecho y te hace sentir como Robocop. La botella me daba en el culo y Pedro continuaba apretando aquí, allá y acuya.
Nada mas ponerme la mascara los cristales se empañaron y me la cambio por la suya. Cierto, estaba siendo mimada, lo se. Entonces me dijo que pusiera el culete al borde y mi corazón empezó a latir cual caballo al galope, con un suave empujón me dejó caer al agua donde me esperaba el paciente Mario.
Regu a la boca y a probar en superficie. Inspiración larga y profunda y a expirar suavemente. Que bien se veía el fondo, que segura estaba sujetada en todo momento por Mario. Nada mas mirar, ya vi pececitos. Las rocas preciosas, la posidonia... todo lo que ellos me contaban lo estaba viendo y no parecía difícil.
Entonces llego Pedro, me sujeto las manos y me dijo, ahora a bucear.... y note como el jacket se vaciaba un pisquito, fue una sensación rara, Pedro me bajaba lentamente mientras aquello perdía el aire que Mario controlaba. Y entonces pensé que no era difícil, que podía hacerlo si ellos estaban a mi lado... lo cual era fácil porque no soltaba a ninguno.
Con una mano agarraba a Mario, la otra buscaba a Pedro que se sumergía un poco por debajo de mi cámara en mano. A medida que se alejaba empece a sentir que no podía respirar y mientras Mario empujaba mi cabeza yo trataba desconsolada de agarrar a Pedro, daba igual por donde, mano, brazo, pierna... hasta le agarre de la aleta a la desesperada.
Consiguieron tras muchos intentos que bajara algo y cuando podían me señalaban erizos, castañuelas, salpas, serranos, bogas, mujoles y doncellas.... para un bautizo a trompicones y con una "sirena pelin espesa" no esta nada mal. Yo miraba a un lado y a otro sin perder de vista a Pedro, en un momento me cruce con Luis y nos chocamos la mano, fue de las pocas veces que solté a mis héroes. Que acabaron desesperados, recomendándome una visita al psicólogo.
Reconozco que tenían razón cuando me dijeron que todo estaba en mi cabeza, aunque ayudo mucho que mi mascara se inundara varias veces, que perdiera la aleta otras tantas, que cuando me emocionaba que fue muchas veces y por distintos motivos, me olvidara de compensar y una sensación de que por mi regu entraba agua muy salada y no podía respirar. Lo se, no era verdad, pero el miedo es ilógico y gratis, por lo que cada uno puede tener el que quiera.
En ese momento empezaba a mover los brazos hacia arriba y me daba igual el lastre, que ellos me agarraran para tranquilizarme, que tiraran de mi hacia abajo.. solo podía pensar en salir a respirar, entonces notaba como Mario inflaba mi jacket y yo veía el sol, tiraba el regu, despegaba la mascara y cogía aire cual loca posesa mientras veía a mis compis mirarme entre cabreados y cansados. Pero tiraban de cariño y paciencia y mientras Pedro se separaba para no darme un guantazo, Mario me amenazaba con llevarme a que me hiciera el bautizo Luis, una vez cargado de paciencia volvía Pedro y me explicaba que no me iba a pasar nada, que nunca había pasado nada y que con ellos cerca NO me iba a pasar nada..... minutos de snorkel con botella y todo bien, dos respiraciones y para abajo, otra vez a probar...
Con una mano agarraba a Mario, la otra buscaba a Pedro que se sumergía un poco por debajo de mi cámara en mano. A medida que se alejaba empece a sentir que no podía respirar y mientras Mario empujaba mi cabeza yo trataba desconsolada de agarrar a Pedro, daba igual por donde, mano, brazo, pierna... hasta le agarre de la aleta a la desesperada.
Consiguieron tras muchos intentos que bajara algo y cuando podían me señalaban erizos, castañuelas, salpas, serranos, bogas, mujoles y doncellas.... para un bautizo a trompicones y con una "sirena pelin espesa" no esta nada mal. Yo miraba a un lado y a otro sin perder de vista a Pedro, en un momento me cruce con Luis y nos chocamos la mano, fue de las pocas veces que solté a mis héroes. Que acabaron desesperados, recomendándome una visita al psicólogo.
Reconozco que tenían razón cuando me dijeron que todo estaba en mi cabeza, aunque ayudo mucho que mi mascara se inundara varias veces, que perdiera la aleta otras tantas, que cuando me emocionaba que fue muchas veces y por distintos motivos, me olvidara de compensar y una sensación de que por mi regu entraba agua muy salada y no podía respirar. Lo se, no era verdad, pero el miedo es ilógico y gratis, por lo que cada uno puede tener el que quiera.
En ese momento empezaba a mover los brazos hacia arriba y me daba igual el lastre, que ellos me agarraran para tranquilizarme, que tiraran de mi hacia abajo.. solo podía pensar en salir a respirar, entonces notaba como Mario inflaba mi jacket y yo veía el sol, tiraba el regu, despegaba la mascara y cogía aire cual loca posesa mientras veía a mis compis mirarme entre cabreados y cansados. Pero tiraban de cariño y paciencia y mientras Pedro se separaba para no darme un guantazo, Mario me amenazaba con llevarme a que me hiciera el bautizo Luis, una vez cargado de paciencia volvía Pedro y me explicaba que no me iba a pasar nada, que nunca había pasado nada y que con ellos cerca NO me iba a pasar nada..... minutos de snorkel con botella y todo bien, dos respiraciones y para abajo, otra vez a probar...
Lograron bajarme a 3 metros con 30 cm.... eso me dijo Pedro después de mirar en su ordenador para encontrar de las 20 veces que subí y baje cual era la ,profundidad suya. Como no logró separarse de mi mas de cinco centímetros baje sobre tres metros, el tiempo que logre mantenerme a esa profundidad no lo se. es mas no me importa.
Mientras los otros instructores hacían tres bautizos cada uno, ellos hicieron solo el mio, consiguieron tranquilizarme en algunas ocasiones, incluso me permití el lujo de avisarles de que las rocas estaban cerca y se podían hacer daño, disfrute muchos minutos de los que estuve abajo con ellos y me da igual si fue a poca profundidad o poco tiempo. Siempre recordare la emoción cuando veía los bancos de pezecitos y se los señalaba o cuando me preguntaban si iba bien y pese al pánico medio controlado solo en ocasiones, les decía que si.
Claro que me hubiera gustado poder disfrutar todo el tiempo buceando como una sirena a su lado, que me hubiesen dado un largo paseo por la cala y al salir me hubiesen dicho que lo había hecho superbien, pero no soy una sirena y lo hice lo mejor que pude, eso si, con los mejores instructores que podía tener a mi lado.
Chicos, la histérica os da las gracias a todos los que me habéis hecho amar todavía mas el mar. Yo creía que era imposible y teníais razón, se puede amar mas y mejor.
A mis pacientes héroes, no os puedo querer mas, a los compis que ayudaron a que fuese posible, a los amigos que me contagiaron su amor por esta forma de vivir bajo el agua, también a los que me lo pusieron difícil...
eso ha hecho que valore muchísimo mas esta maravillosa experiencia.
A todos vosotros GRACIAS.
3 comentarios:
Muy bien Ana!! Eres una valiente!!!
La próxima bajamos nosotras contigo también!!! Tus héroes y tus guardaespaldas.
Muchos besos! Vane
Valienteeee !!!cuando la siguiente!!!
Valienteeee !!!cuando la siguiente!!!
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