SIN PENSARLO

Si, así me doy cuenta últimamente de lo que siento. Cuando estoy relajada y charlando suelto cosas que después de decirlas me dejan alucinada.

De veras he dicho eso??? Seguro que he sido yo??? Una vez que las oigo, que me oigo a mi misma, solo puedo pensar en porque cojones he dicho semejante cosa.

Y no es que sean mentira, ni ilógicas, no, simplemente ni siquiera  me había parado a plantearme la cuestión. Si, se que es difícil de entender. Pongo un ejemplo.

Hace unos dias, charlando tranquilamente con un amigo y tras un comentario sin ningun tipo de malicia que hizo el, yo conteste sin inmutarme.

- No puedo liarme con el, no debo siquiera jugar a eso... no quiero volver a pasarlo mal. Asi que esta totalmente prohibido. No quiero compromisos ni volver a enamorarme. Sexo solo por placer, nada de sentimientos. Tema zanjado. 

Puede que en ese momento y si no hubiera estado hablando con el, la cosa hubiera quedado ahí, pero no era el caso, así que seguimos hablando del tema por muy zanjado que yo lo tuviera. Miedo a pasarlo mal, sexo sin amor, muros hechos a base de palos, de dolor y decepciones adornados con palabras frías, gestos estudiados o ni siquiera eso. No esta mal, continúe argumentando, si no me acerco demasiado al fuego no me quemo, si no me quemo no duele y no quiero pasarlo mal, así que solo me acerco si tengo claro que lo dos buscamos lo mismo, sin ningún tipo de acritud, sin esperar mas de lo que doy, nada de compromisos.

Su sonrisa a medias como haciéndome ver que me entendía me dio un poco de cuartelillo así que continué. También tengo claro que no vale cualquiera para esto, me tiene que gustar y no me refiero solo a su físico, obviamente, tiene que haber algo mas. Tiene que ser divertido, interesante, me tengo que fiar de el. Y por supuesto es estrictamente necesario que después sigamos siendo amigos, no hace falta vernos a menudo, basta con saber que estamos. Que no se convierta en una obligación y que cuando nos veamos disfrutemos del rato que estemos juntos, la única obligación que quiero es sentirme bien a su lado, sea en la situación que sea. No es mucho pedir, digo yo.

El asintio al mismo tiempo que decia... No, no es mucho... o si. Cuantos lios asi tienes? 

Cabrón eres... vale, si, es difícil, pero no imposible. Haberlos.... haylos.

Y cuando necesitas un abrazo, un hombro, una charla, una cena de confidencias.... no se, cuando necesitas sentirte querida...

Juro que no me lo pensé. Y utilice una frase que he oído mucho últimamente de un tipo divertido, inteligente y ácido cual limón. 

- Tengo perro. Vale, es broma, tengo amigos, hijos, un blog donde desahogarme. Si puede que en ocasiones cuando estoy agobiada, triste, nerviosa eche de menos a alguien a quien contarle mis cosas tumbada en la cama mientras me abraza y me asegura que todo va a salir bien. Pero eso ya lo he tenido y se que si yo no me muevo, si yo no peleo nadie lo hará por mi. Y eso una vez que lo sabes no tranquiliza una mierda.

Por otro lado, cuando necesito un abrazo lo tengo, también varios hombros en donde apoyarme, no me falta con quien charlar sobre cualquier tema, disfruto de cenas y también comidas llenas de secretos, risas y soluciones o problemas con distintas formas de verlos y sobre todo me siento querida y quiero.

Así que mientras hablábamos llegue a la conclusión varias veces de que básicamente hablábamos de tener pareja y yo sólita o quizás con su inestimable ayuda di por sentado que es mucho mejor disfrutar de un grupo, pequeño sin importar la edad o el sexo (en esta ocasión por supuesto me refiero a femenino o masculino). Porque cuando solo somos dos, siempre hay uno que falla, da igual quien sea y cuando eso ocurre empiezan los problemas y estos con el tiempo y mas errores que aunque pequeños van sumando, se convierten en dramas. Como solo son dos los que opinan en vivo y en directo los reproches se hacen el eterno compañero y poco a poco sin darte cuenta se acaba el amor, la amistad... y solo queda la jodida comodidad de conocerte y adivinarle bien y eso a su vez se convierte en un arma silenciosa que va matando lo poco que quedaba vivo por los pelos.

Si, tengo miedo a pasarlo mal de nuevo y a día de hoy me parece una opción maravillosa disfrutar de abrazos, hombros, charlas, cenas, sexo, risas y lagrimas con quien me quiere viva, libre y loca.