miércoles, 22 de octubre de 2008

PORQUE NO UN CUENTO???


En fin.... leed y luego olvidad.
Hace ya mucho, mucho tiempo en un lugar no tan lejano habitaba un pequeño ser que últimamente por razones que no vienen al caso, no lo estaba pasando demasiado bien. Pongamos que se llamabaaaa..... "Romi" (digo pongamos, porque me ha pedido encarecidamente que guarde en secreto su identidad). Romi es un hada de orejas puntiagudas, caqra redonda, ojos pequeños, pelo desaliñado, tiene unas alas preciosas, y siempre esta dispuesta a salir corriendo para jugar, para hacer todas las travesuras que se le pasasen por la cabeza a ella o a sus amigos, siempre sonreía, cantaba aunque sabía que no era lo suyo e incluso silbaba... o algo que ella creía eran silbidos, cosa con la que ningún otro ser estaba de acuerdo. Todo era maravilloso, su luz era intensa, tan intensa que incluso en ocasiones tenía que ir a la orilla del mar y sacudir sus alas para dejar caer sobre las olas cientos de minúsculas motitas de su polvo plateado. Si, el polvo de Romi no era dorado como el de muchas otras hadas, sus alitas por la razón que fuese producían un polvo plateado que al caer sobre las olas y recibir la luz de la luna hacían que el mar pareciera cubrirse con un manto de plata.
Romi disfrutaba viendo como muchos de sus amigos marinos aprovechaban cuando la veían llegar para salir a la superficie y dejarse bañar por la lluvia de estrellas plateadas que desprendía mientras movía suavemente sus alas. Al instante todos bailaban a su alrededor. ¿Porque sabréis que cualquier ser vivo que reciba una lluvia de polvos de hada, si cree en ellas e intenta con fuerzas volar logra hacerlo, verdad?
Romi siempre iba con un pequeño osito de peluche, también un tanto especial, como no podía ser de otra manera, este osito se comunicaba con ella. Nadie sabe muy bien como, porque obviamente los ositos no son famosos por sus charlas, pero Romi y Zap habían conseguido ser los mejores amigos de ese pequeño rincón de su pequeño mundo. No les hacía falta nada más que el mar, el bosque, el riachuelo y todo lo que ellos les proporcionaban para ser felices.
Pasaban horas y horas preparando con hojas, cortezas, piedras y pétalos de flores entre otras muchas cosas, bonitas fuentes que hacían las delicias de los que pasaban por allí y podían beber sin necesidad de llegar hasta el arroyo a la vez que disfrutaban de la combinación de colores y olores que desprendía la fuente. Habían inventado un juego que pronto fue seguido por muchos de sus amigos, en cada fuente había una pista para llegar a la siguiente, la escribían en un trozo de madera y mientras Romi acababa con los colores utilizando flores, frutas... que gracias a un aleteo dejaban de ser solo cosas cortadas, sin vida, para convertirse en plantas totalmente arraigadas a la tierra, la madera o incluso el agua, Zap grababa a fuego en la madera la pista para sus amigos, mientras decidía que en su próximo trabajo cambiarían la fuente por un bello espacio para descansar en mitad del bosque o por un palco para que los pajaritos aprendiesen a volar sin demasiados sustos.
Así pasaban los días.... inventando, soñando, riendo, solucionando los pequeños problemas que les surgían en sus cientos de aventuras. Porque también como es normal tenían días malos.... Romi por lo general cabezota y protestona no aguantaba que su amigo esperase al último momento para acabarlo todo o que prefiriese nadar y olvidar en vez de luchar y como buen hada sacaba su genio a relucir, lo que hacía que Zap se encogiese de hombros y se dedicase a mirar las nubes buscando formas e inventando dibujos en ellas mientras esperaba que Romi se calmase, cosa que hacia todavía que Romi enfureciese mas. Pero esos días ya fuese por uno, por otro o por sus amigos, casi siempre acababan riendo como si nada hubiese pasado.
En el bosque también como no.... había seres de los que era mejor mantenerse lejos, seres sin corazón, o con el corazón tan frio que jamás habían sentido sus propios latidos. O seres que simplemente se dejaban llevar por la corriente y dependiendo donde fuese esta, así actuaban: bien, mal o regular, seres sin personalidad, ni capacidad para tomar decisiones, que chocaban con otros seres con un valor, coraje y conciencia dignos del mejor de los dragones.
Romi y Zap cada día se encontraban con muchos de estos seres, con algunos charlaban durante horas, días, semanas, con otros pasaban de largo y de puntillas mientras entre risas calladas pensaban que algún día podrían reírse junto a sus amigos sin necesidad de hacerlo a escondidas.
Los días iban pasando y todo seguía igual en el bosque.... Romi y Zap habían decidido regalar a uno de sus amigos, una pequeña luciérnaga que debido a un incidente con un escarabajo rinoceronte había quedado maltrecha y no podía volar, un maravilloso balcón en el acantilado para que pudiese disfrutar de la próxima lluvia de estrellas.
Estaban colocando estratégicamente una enredadera en el agujero que unía el balcón con la otra parte de la roca para que se convirtiese en una cortina que resguardase a la luciérnaga del viento que en esa zona soplaba con fuerza , cuando apareció Ruc un feo y gran ogro con unas manos enormes, una nariz roja y que parecía no tener nada que le diese forma en su interior, su cara repleta de pelos hacia que pareciese más grotesco todavía, sus pies parecían hacer remover todo la roca a cada paso suyo, lo cual agregado a sus gritos y una especie de rebuznos, era algo difícil de soportar. Ese día Ruc tenía ganas de jugar y decidió hacerlo con Romi y Zap, así que empezó por dar manotazos a derecha y a izquierda, siguió dando botes con sus grandes pies hasta que la roca empezó a ceder. El muro que habían construido nuestros amigos con tanto trabajo y cariño, empezó a rajarse hasta que en uno de sus manotazos calló al mar hundiéndose mientras Romi con la cara roja de ira vociferaba toda clase de peticiones, suplicas, insultos....
Nada parecía calmar ni hacer entrar en razón a Ruc y mientras Zap y el resto de los amigos que estaban ayudándoles miraban sin poder mover un solo dedo..... Romi se lanzo sobre él, le tiraba de los pelos, le daba patadas en los tobillos, golpeaba todo lo fuerte que podía mientras sus ojos se llenaban de lagrimas pensando en todo el trabajo que habían hecho y que ese ser había destruido en solo unos minutos.... Después de intentar luchar contra él durante lo que a ella le pareció una eternidad, cayo exhausta al suelo y entre lágrimas y sollozos se durmió mientras la lluvia de estrellas caía...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es un cuento precioso me ha encantado, me habria gustado encontrar otro final ya que es algo triste, pero como en todos los cuentos el final nunca es el final no es cierto? habria que ver a blancanieves y al principe 10 años despues de conocerse, o a caperuzita de mayor.

Las historias se cuentan con un principio, un desarrollo y un final, y este cuento puede que aun le quede todavia algun giro, en cualquier caso es una historia preciosa digna de un final feliz y porque no de ser publicada puede que una novela gráfica o un cuento infantil.

Seguro que alguien podria acompañar a esta historia con unos dibujos e ilustraciones a la altura de estos textos.

Quiza el ogro termine cayendo por un acantilado, quiza el ogro se termine aburriendo y se vaya a molertar a otro y entre todos los amigos de romi vuelvan a construir el muro y hacerlo mucho mas bonito que antes.

un oso cualquiera

VA POR TI AMIGO

 Hola corazón, si estas leyendo esto es porque te lo mereces, bueno, porque yo creo que te lo mereces que no siempre es lo mismo. Sinceramen...